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Cuba en Sucesión

El final de la Dictadura de los hermanos (gallegos) Castro (segunda parte y final)

El final de la Dictadura de los hermanos (gallegos) Castro (segunda parte y final)

¿Cree usted en la superación de una férrea mentalidad de plaza sitiada sin subestimar nunca la inteligencia del enemigo?

El estado de sitio no es totalmente real, pero no olvidemos que ha sido el propio régimen de Fidel Castro, con la ayuda de las diferentes administraciones de los Estados Unidos, los que se han inventado el juego del gato y el ratón.

El que cambió las reglas del juego, desde un inicio fue Fidel Castro, al intervenir las propiedades norteamericanas en Cuba. Y los que, de forma aberrante y prepotente, violaron el principio fundamental del capitalismo (que es negociar) fueron los gobernantes de los Estados Unidos.

Se impone pues, negociar. Es lo que ha estado haciendo E.U. en el caso de China y Viet Nam. Sería un error mayúsculo que la nueva administración de los E.U. continuara la política de hostigamiento, no solo hacia el régimen de Fidel Castro, sino también hacia regímenes latinoamericanos que se aproximan a las ideas fidelistas.

El asunto venezolano no se resuelve con invasiones. Se resuelve en la mesa de negociaciones

¿Ha logrado el país insertarse en la dinámica global contemporánea a la vez que protege su modelo?

No le doy categoría de inserción. Le llamo “Período Especial II”.

Antes había ocurrido otro período especial cuando se distanció de la URSS y el campo socialista, luego de la micro-fracción. A todas luces era un distanciamiento como consecuencia de la caída del Che en Bolivia y la política soviética de la coexistencia pacífica. Eso ocurrió a finales de los sesenta y principios de los setenta. A eso le llamo: “Período Especial I”.

El Período Especial I se solvento al integrarse el régimen de los hermanos Castro en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) correspondiente al campo socialista, que no dejó de ser una nueva dependencia. Cuba dejaba de ser independiente de los Estados Unidos y se hacía dependiente de la URSS.

El CAME resultó ser un fracaso más de la economía centralizada. Tomemos por ejemplo el caso de Angola. En 15 años de dominación del campo socialista, no se llevó a cabo una sola inversión exitosa. Por el contrario, todas las empresas capitalistas, en diversas ramas como el petróleo, los diamantes, el hierro, los ferrocarriles etc, tuvieron que ser protegidas de los incesantes ataques de las fuerzas de la UNITA. No existió una sola inversión socialista que tuviera que ser protegida. Sencillamente, no existían.

La economía es una sola. Llámesele, a los lucros, plusvalía o plusproducto. Solo una economía eficiente puede imponerse al resto de las economías. Lo demás es arar en el mar.

El régimen de Fidel Castro vivió momentos económicos provechosos, que utilizó, no para desarrollar el país, sino para sus megalomaníacas ideas supranacionales.

Comenzó a reestructurar la industria azucarera (según él para humanizarla) hasta convertirla en un desastre económico.

En la época actual, los hermanos Castro son dependientes del petróleo venezolano y no existe ninguna inserción.

¿Cómo ve Mario Riva el socialismo del siglo XXI que Chávez nos propone?

El gobierno de Hugo Chávez se ha caracterizado por sus medidas de índole populista, pero hasta ahora no ha hecho aportes al llamado socialismo y tiende más hacia una dictadura totalitaria. No creo que esté proponiendo nada nuevo.

Más que teorizar, Chávez se dedica a inventar alianzas regionales en contra de los Estados Unidos. El socialismo o el comunismo no se alcanza partiendo de la base de países sub desarrollados, que lo único que tienen para repartir entre la parte gente páupera son sus miserias. Las riquezas de los países sub desarrollados se encuentran en forma de materias primas que, hasta ahora, solo producen lucros a unos pocos, pero que al llevarlo a las grandes masas populares se convierten en nada.

Pretender o aparentar reinventar lo que ya está inventado es un juego sucio en contra de los verdaderos ideales de los pueblos. Estos gobiernos, elegidos democráticamente por sus pueblos, en vez de jugar a nacionalizar y estatizar la economía de sus países, deberían encauzar los esfuerzos en regular y fiscalizar las empresas que existen en el país, obligándolas, de ésta forma, a aportar a las economías nacionales las ganancias que hoy por hoy van a parar al extranjero y a los bolsillos de tan solo unos cuantos. Hecho esto, deben administrar con rigor y sin corrupción.

¿Hasta qué punto le hizo daño a nuestra economía copiar el modelo soviético y adoptar una excesiva centralización?

La copia del modelo soviético lo definió mi abuelo, durante una conversación con mi madre, en la cual le dijo que lo único que había conseguido Fidel Castro había sido “…pelearse con la señora de la casa para aliarse con la servidumbre…”.

Para ser honestos debemos reconocer que el modelo soviético era antagónico con el término economía. Fue en esa época, tratando de insertarnos que acabamos con los sistemas contables del país, para ahora decir que “…la economía debe ser confiable…”. El ábaco es un instrumento de medición muy bueno, que se estuvo utilizando en el sistema económico soviético hasta los últimos años. Es como si los aviadores o los marinos modernos utilizaran astrolabios y sextantes en los cálculos de navegación actuales.

Este modelo le hizo y hace mucho daño al país. Permitió un relajamiento ficticio, al mejorar las condiciones de vida luego del primer período especial de los años setenta, pero jamás logramos una dinámica de desarrollo estable.

La crisis económica del régimen de los hermanos Castro comienza justo en el mismo momento que se tiene (obligado por las circunstancias) que implantar la libreta de abastecimiento y se recrudece luego de la llamada “Ofensiva Revolucionaria” de finales de los sesenta, cuando dejó de existir la pequeña empresa privada.

La caída del campo socialista dejó una deuda externa con aquellos países que aun hoy se desconoce el monto total. El régimen de Fidel Castro le debe dinero hasta a Masantín el torero

A mediados de los 80 el régimen de los Castro se ve en la obligación de decirle a sus acreedores que no puede pagar y estos le piden una reducción del gasto público (que no despilfarre como hasta el momento había hecho) y una privatización que priorizara la eficiencia económica por encima de los gastos sociales. Era como pedirle peras al olmo.

Los convenios con los países socialistas se basaban en las “limosnas” que pudieran aportar y no con la realidad que se necesitaba. La moratoria de la deuda con los acreedores se elevó hasta un 90% en 1989.

¿Qué cambios estructurales más urgentes necesita la economía cubana para un despegue de sus fuerzas productivas?

En primer lugar debe acabar el sistema totalitario de partido único. En segundo lugar dar luz verde a la pequeña y mediana empresa nacional, sin permitir injerencias foráneas. En tercer lugar implementar una verdadera reforma agraria, donde los campesinos sean los verdaderos dueños de las tierras.

¿Considera la negación del mercado como la negación del desarrollo?

Por supuesto que sí. El mercado existe desde que existe el hombre sobre la faz de la tierra. Sin mercado no hay desarrollo posible. Fue el mercado el que hizo el capital y no al contrario. No puede haber capital sin plusvalía. Y cuando el ser humano comenzó a mercadear, no existía la plusvalía. Esta comenzó a aparecer inmediatamente después de las primeras operaciones de compra y venta.

Las economías de mercado avanzan hasta que surgen crisis (en el 99% provocadas por el hombre) en la ley de la oferta y la demanda. Tomemos por ejemplo la crisis actual:

Las guerras de Afganistán y de Irak provocaron unos gastos inmensos, que unidos al desarrollo de países “emergentes”, dieron pie, para que especuladores muy cercanos a los grandes exportadores de petróleo, aumentaran los precios del barril de crudo, desde el año 2003 hasta el 2008, a más del 100%.

Por ende aumentaron los precios de todos los productos. El sistema de transporte colapsó y surgieron las huelgas de transportistas en Europa.

La situación del alza de los precios, como consecuencia del desmedido precio del barrril de petróleo, restringió las posibilidades de las personas naturales y jurídicas de cumplir con el pago de, no solo los intereses, sino del pago en sí de lo que se hubiera pactado.

Poco a poco los bancos, las inmobiliarias y las casas financieras fueron perdiendo liquidez, hasta que explotó. Fue en ese preciso instante en que los especuladores dejaron de hacerlo y poco a poco el barril ha vuelto a la normalidad.

Las inyecciones de papel moneda que están realizando los gobiernos, encuentran su basamento en los precios del petróleo. De mantenerse así (los precios del petróleo) la crisis se resuelve a mediados o finales de 2009.

Es imposible desconectar el mercado del capital. Solo una persona que no sepa nada de economía es capaz de tal pronunciamiento.

El término “socialismo de mercado” es solo eso, un término, que puede servir para definir que ese tipo de economía se encuentra regido por un gobierno totalitario.

La economía no se dirige, en todo caso se encauza. Pretender dirigir la economía es una medida injerencista que atenta contra la ley de la oferta y la demanda y contra los derechos elementales del ser humano, para decidir entre que vender y que comprar. La dominación del mercado solo es posible bajo dictaduras totalitarias.

El proyecto social es dependencia total de los gobiernos y estos deben ser encauzados por la política de impuestos. Una buena recaudación de impuestos es la clave fundamental para el avance del proyecto social. La lógica, en estos casos, es saber de economía y no pretender solamente saber. El interés social debe caminar a la par del desarrollo del mercado. No puede ir delante ni detrás. No puede existir corrupción.

Subordinar el interés social al mercado es acabar con el mercado. Eso es lo que hasta ahora han hecho las dictaduras totalitarias mal llamadas socialistas.

Desde que Raúl asumió la presidencia del país se habla de cambios, básicamente. ¿Cómo pudiéramos diferenciar la personalidad de Raúl con la de Fidel?

Raúl Castro siempre, desde niño, ha estado supeditado a su hermano Fidel. Ahí estriba la diferencia. Raúl, sin Fidel, no es nadie. Necesita el consentimiento del hermano mayor. Las veces que ha tratado de actuar por cuenta propia, ha terminado recibiendo monumentales broncas que le han provocado el exilio forzoso en el oriente del país. Raúl Castro es el reflejo de la personalidad de su hermano, pero sin brillo.

¿Cuán cerca o cuán lejos está el final del laberinto cubano tras la caída del Muro?

Tengo la impresión que el final del “castigo” cubano está tan lejos, como lejos pueda estar la muerte de Fidel Castro. A partir de ese momento, pienso que no demore más de cinco años, en dependencia de la línea que adopte Raúl Castro, sea la china (que ya no es comunista), sea la rusa (que son más capitalistas que los europeos). A esto le llamaría la línea dura. Y se vería enfrentado a dos imperialismos (antiguos aliados).

También podría suceder que Raúl muera primero. Entonces tendríamos que hacer otro análisis, en dependencia de quién se alce con la batuta en la mano.

*Viejos Pericos, era el mote con el que siempre se han conocido en Cuba, a los militantes del Partido Comunista anterior a 1959, o sea aquellos que dependían de las instrucciones de Moscú.

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